Lily Allen, fiel a su estilo, demostró a propios y extraños que no tiene problemas en mostrar su figura y menos en ser retratada con un diminuto bikini.
La cantante quiso aprovechar al máximo su viaje a Nueva Zelanda para participar del festival Big Day en Auckland y disfrutó al máximo del mar, en donde fue fotografiada por el diario Daily Mail junto a dos amigos en el justo momento en el que salía de la playa.
Para Allen el 2010 pinta del mejor color, ya que este año la popular intérprete estaría a punto de darle el sí a su novio Sam Cooper.
0 comentarios:
Publicar un comentario